Real Monasterio de la Encarnación (Madrid)

Es el complemento religioso del Palacio Real. Su relicario, donde cada 27 de julio se obra el «milagro» de la licuación de la sangre de San Pantaleón, es su estancia más popular. También merece la pena ver la portería, el Salón de Reyes, el claustro y las colecciones de pintura (con obras de Ribera, Carreño Miranda o Antonio Pereda) y de escultura (el «Cristo Yacente» o el «Cristo atado a la columna» de Gregorio Fernández, de extraordinario valor.
Dirección: Plaza de la Encarnación, 1
Metro: Ópera