Monumento al Hombre Pez (Liérganes)
Según la leyenda, Francisco de la Vega, el «Hombre Pez» de Liérganes, desapareció en la ría de Bilbao en 1674, dándole por ahogado sus conocidos y familiares. Cinco años más tarde, en 1679, unos pescadores lo encontraron en la bahía de Cádiz. Después de varios días sin articular palabra, lo primero que dijo fue algo que entendieron como «Liérganes». Domingo de la Cantolla, natural de dicha localidad, fue quien se encargó de devolver al Hombre Pez a su lugar de origen. Desde su regreso, permaneció nueve años en Liérganes viviendo con el «entendimiento turbado», hasta que un día desapareció de nuevo en el mar, pero esta vez definitivamente.
A raíz de la leyenda, se rehabilitó el antiguo Molino de Mercadillo como Centro de Interpretación del Hombre Pez, y se creó una estatua en la orilla del río.