Ribadesella

Ribadesella se asienta junto a la desembocadura del río Sella, entre los montes Somos y Corbero, a los pies de los Picos de Europa, ofreciendo al visitante una amplia variedad de atractivos: paisajes, monumentos históricos, naturaleza, gastronomía, etc.

Su caserío se divide a lo largo de la ría: a un lado se sitúa el casco antiguo y, al otro, la zona más turística, con el arenal de Santa Marina y los chalés señoriales de principios del siglo XX, construidos por los indianos (las personas que emigraron a las américas a hacer fortuna). En el casco antiguo abundan edificios señoriales de los siglos XVII y XVIII, como el palacio renacentista de Cutre, hoy sede del ayuntamineto.

Otros lugares de interés son el mirador de Guía, el Paseo del puerto, el Paseo de los Vencedores del Sella y la ruta de los dinosaurios, situada en la Punta’l Pozu.

En el concejo abundan las cuevas prehistóricas, entre las que destaca Tito bustillo, cuyas paredes reflejan la fauna que poblaba estas tierras en épocas prehistóricas. Los interesados en estos temas tienen, al lado de estas cuevas, el Centro de Interpretación del Arte Paleolítico, que ofrece una amplia visión del entorno en el que surgieron estas pinturas.

Merecen la pena dedstacar la iglesia románica de Santa María de Junco, con pinturas murales del siglo XIV y, en Leces, la parroquia de San EStaben y la torre de Junco, del siglo XV.

En torno al río Sella se ha desarrollado una variada oferta de actividades de turismo activo, como la espeleología, el golf, el senderismo, los paseos a caballo, las rutas en quads y sobretodo los descensos en canoa por el río Sella.

En sus restaurantes y sidrerías podemos degustar platos propios de la cocina asturiana, aunque lo más destacable son los pescados, de extraordinaria calidad.

El evento más importante de la localidad es el popular Descenso Internacional del Sella, que se celebra el primer sábado de agosto y congrega a miles de profesionales y aficionados a los descensos en canoa.