Cádiz

Muchos son los encantos de la «tacita de plata», cuna de la Constitucion de 1812, llamada «La Pepa». Este pedazo de tierra arrebatado al mar es famoso por sus chirigotas, su historia y su riqueza monumental.

Para obtener una buena panorámica del centro histórico de Cádiz, recomendamos la visita a la Torre Tavira, una de las más altas de las torres miradores de la ciudad. Su nombre se debe a su primer vigía, y su altura es de 45 metros.

En su casco antiguo, situado en la bahía, encontramos sus monumentos más importantes, legado de su rica historia. El núcleo urbano está circundado por la muralla que se abre camino desde el Puesto Comercial, pasando por el castillo de Santa Catalina hasta la plaza de la Constitución. Ahí se alzan las Puertas de Tierra, antiguo acceso a la ciudad, antes de que el puente de la Bahía diera lugar a un Cádiz más moderno y funcional.

Entre la plaza de San Juan de Dios y el teatro romano está el Hospital de San Juan de Dios, de estilo barroco, que contrasta con el neoclasicismo de la fachada del edificio consistorial. Más abajo, en la plaza de Pio XII, la catedral de Cádiz, también conocida como iglesia de San Salvador, da el relevo a la llamada “catedral vieja”. La construcción del nuevo y principal templo gaditano se empezó a erigir durante las primeras décadas del siglo XVIII, pera no se terminó hasta 1838, un retraso que explica la convivencia de diferentes estilos arquitectonicos. Coronada por una inmensa cúpula dorada, esta iglesia conserva en su interior un Cristo de Juan de Arce y una Virgen dormida de Zurbarán. También reposan aquí los restos del compoositor gaditano Manuel de Falla.

En la calle Sacramento encontramos eI Museo Histórico Municipal, que muestra una maqueta de la ciudad, se asoma a la calle Sacramento, que se convierte en la vía de Benito Pérez Galdós cuando alcanza la plaza de Manuel de Falla. Allí, el teatro homónimo exhibe con desparpajo sus rasgos neomudéjares. Otro centro artístico y cultural de la ciudad es el Museo de Cádiz. Presidiendo la conocida plaza de Mina, se instaló hace un siglo este edificio que alberga alguunas destacadas obras de pintores como Zurbarán, Murillo o Rubens, entre otras. También alberga sarcófagos fenicios y otros interesantes restos del pasado romano de la región. La ultima planta del museo esta dedicada alas marionetas de “La Tia Norica”, maximo exponente del antiguo teatro de títeres gaditano.

En sus inmediaciones destaca la gran cantidad de tiendas de antigüedades de la calle Ancha, que otrecen sus praaductos al amparo de las casas señoriales de finales del siglo XVIII. Más arriba, la iglesia de San Francisco da paso al palacio de la Diputación Provincial.

EI barrio más conocido y antiguo de la ciudad es el del Pópulo, que acoge la iglesia de Santa Cruz y la Casa del Almirante, con una fachada de mármol muy llamativa. En el extremo más meridional del barrio de la Viña surge la playa de la Caleta. Justo en el centro se encuentra el balneaario de la Palma y del Real. A sus lados, el castillo de Santa Catalina se opone al Baluarte de los Mártires. En el otro extremo de la Caleta se alza otra muestra de la arquitectura defensiva de la ciudad: el castillo de San Sebastián, donde inicialmente se ubicó el templo de Kronos, luego una torre-atalaya musulmana y, ya en el siglo XV, una ermita dedicada a San Sebastián.

Otros edificios destacables son el convento de Santo Domingo, con su exquisito retablo mayor, el castillo de San Sebastián y el oratorio de San Felipe Neri, que guarda una pintura de Murillo (La Inmaculada Concepción) y que fue el lugar en el que se firmó la Constitución de 1812.

Es también menester visitar el hospital de Mujeres, con el “Éxtasis de San Francisco”, de El Greco, y el oratorio de la Santa Cueva, en la calle San Agustín, cuya capilla del siglo XVIII se encuentra en el sótano del edificio. En el oratorio se exhiben las obras de Francisco de Goya “Milagro de panes y peces” y “Santa Cena”. Al lado está el convento de San Francisco, en la plaza del mismo nombre.

Muy cerca de la plaza España está la plaza de Argüelles, donde encontramos la Casa de las Cuatro Torres. De estilo barroco, fue construida en 1720. Está constituida por cuatro edificaciones independientes pero que forman un destacado conjunto arquitectónico. La fachada concentra su decoración en las esquinas, con una torre mirador de planta cuadrangular can dos pisos de altura y garitas en cada una de ellas. La fachada esta policromada en raja y negro, imitando la lacería mudéjar.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para fines de afiliación y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Configurar y más información
Privacidad