Castillo de Castro Caldelas

Castillo de Castro Caldelas (Ourense)
Historia
El castillo de Castro Caldelas, fortaleza medieval de carácter militar, fue construido en el siglo XIV (1336-1343) por D. Pedro Fernández de Castro para defender sus nuevos dominios. Resultó parcialmente dañado durante la revuelta de los Irmandiños, a mediados del siglo XV, y su reconstrucción finalizaría en 1560, transformando el castillo en palacio. En 1794 se incorpora el señorío de Lemos a la casa de Alba. El edificio estuvo habitado hasta el siglo XIX por Sol Stuart, pariente de los duques de Alba. En 1809 los vecinos de Caldelas hacen frente a las tropas napoleónicas en la Guerra de la Independencia. Como represalia, el general Louissón manda prender fuego a la villa. En 1991, el Castillo es cedido por la Casa de Alba al Ayuntamiento de Castro Caldelas para fines culturales.
El castillo
Hoy en día, se conservan en buen estado los tres torreones y las murallas con algunas viviendas adosadas a ellas. En el siglo XVI, se le añade una construcción palaciega en el ala derecha con un gran salón, donde los nobles celebraban sus fiestas. En sus muros se abren ventanas y junto a ellas asientos o Parladoiros para la tertulia o contemplación. También construyeron altos corredores para el paseo señorial. Los restos de la vajilla de cerámica de Talavera en las vitrinas muestran el poder económico y político de los aristócratas que allí vivían.
Desde sus torres el Señor del Castillo defendía y controlaba la villa de Castro Caldelas y sus tierras, que habían sido donadas por el rey. Los escudos que se encuentran en la puerta principal nos recuerdan quiénes fueron sus Señores: los Enríquez (león rampante y un castillo), los Castro (seis roeles) y los Osorio -los Señores de Lemos- (dos lobos).
Tras la puerta está el patio de armas, y al fondo el aljibe o pozo de agua, que ayudaba a resistir a sus moradores en tiempo de asedio, y la escalera por la que se accede a la muralla interior. La muralla interior está rematada con almenas y el camino de ronta, donde se parapetaban los defensores del castillo. La muralla exterior tiene adosadas tres torres cuadradas, una de ellas cubierta con una bóveda. Sus muros son de gran anchura, para resistir los proyectiles lanzados con las catapultas. En una de las torres se encuentra la parte trasera del Castillo. En las murallas se pueden ver saeteras rectangulares y en cruz, y las troneras que servían para disparar los cañones.
El castillo conserva numerosos símbolos, testigo del paso de nobles, soldados, artesanos y peregrinos que a través de los siglos crearon la historia de la comarca.
- En la bóveda de la puerta de la Torre del Reloj puede ver mensajes grabados por los canteros que la construyeron.
- La concha del peregrino en las almenas, muestra que existió un camino de peregrinación a Santiago que pasaba por Castro Caldelas.
- La Tau, que aparece en las almenas y en las puertas, es un símbolo de protección, adoptada como divisa por los Señores y después por los Condes de Lemos.
- La estrella de cinco puntas o Sello de Salomón grabada en el muro exterior a la derecha de la puerta de entrada parece indicar la presencia de judíos en la Villa.
- La Torre del Reloj: es la más antigua, y en sus muros se distinguen dos fases en su contrucción. Fue destruida parcialmente, al igual que otras partes del castillo, en el ataque de la Revuelta Irmandiña.
- La Torre del Homenaje: defendiendo la entrada principal está la Torre del Homenaje, la más importante porque en ella vivían los señores del castillo y era el último reducto de restistencia al invasor. Desde su mirador puede disfrutar de unas hermosas vistas.
Sus dependencias albergan la Biblioteca Municipal, Sala de Conferencias, Salas de Exposiciones y un Museo Etnográfico.